Ha habido de todo, como debe de ser.
Le queda poco para bajar el brazo.
Estaba en el
trabajo acabando la jornada, viendo que en el exterior el día estaba en su máximo
esplendor, pensando que a pesar de estar todo a favor hoy no había salida en
bici. La rodilla me había molestado toda la mañana y el ánimo estaba por los
suelos. Llegue a casa, me senté a comer y después al sofá. Mande un mensaje al
grupo haber por donde iban los tiros y en eso que Simal dice que si sale. Quedamos
rápidamente y con la mtb fuimos para el Tejas. Subimos por Tarriba y giramos
para enlazar a media subida del matadero. Eduardo ya se iba animando. El ritmo subía
y subía, dejamos de hablar y de ser amigos. Antes de llegar a lo más duro, pero
con las piernas temblando recibo una llamada. Es nuestro buen amigo Ringo que se ha animado, le comento donde estamos
pero no se anima a venir al encuentro. Reanudamos la marcha y Simal me empieza a
recordar que si la llamada me había salvado, que si………. Le comento que arriba
le voy a dar la puntilla para que se acuerde de mí. Se pone otra vez burro y faltando
poco para coronar me saca de punto. Que sufrimiento casi no se podía subir.
Arriba nos hicimos unas fotos.
Luego bajamos una de las bajadas complicadas que
nos encontraríamos por el camino. Seguidamente pateamos la subida y observamos
a unos moteros subiéndola.
Buen estilo.
¿Quien disfruta mas?. No tengo dudas, nosotros.
Comentamos
de acercarnos hasta Castillo Pedroso para ver a Berto y su plantación de Arándanos.
Estuvimos un rato parloteando con él. Reanudamos la marcha y para evitar la
noche volvimos por El Tejas. En la subida alguno mordió el polvo y no fui yo.
Obligado a bajar el ritmo llego hasta mí y seguimos la marcha para casa
realizando la segunda bajada complicada del día. Esta se encontraba bastante
bien. Luego Simal apretó ya que una pareja en bici se nos echaba encima.
Hemos
disfrutado, algunos hemos sufrido y ahora toca descansar esta rodilla.
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