Malas fechas para cuidarse
Han pasado
cinco días desde mi última actividad deportiva. El trabajo y las comidas fuera
de casa son un problema a la hora de organizarse. Por fin hoy sábado volví a la
rutina que tanto me gusta. Me presente en el complejo con Oscar y allí ya
estaba la gente dispuesta para salir. Según hacíamos kilómetros el frio
aumentaba. No me quedo más remedio que ponerme los guantes en la base de
Quijas. Me reincorpore al grupo coronando y ahí me quede, en cola de pelotón. A
la altura de casar veo que Oscar se pone a tirar. Pienso, este está muy mal. Pasado
Cabezón íbamos más rápido en los repechos que en el llano. No me quedaba más
remedio que ir pasando gente que se estaba cortando. AL empezar a subir Bielva
le veo que se va por delante. A su caza sale Portilla. Empiezo a tener mejores
sensaciones y me limito a seguir metido en un grupo que cada vez va
disminuyendo de personas. Julio se pone en ritmo martillo pilón y cogemos a los
que van en cabeza. Ya somos menos. Bajando se calma el ritmo y a partir de
Labarces se vuelve a aumentar. Hasta
arriba dando gas. Me permito un cambio de ritmo, pero veo que hoy no es mi día.
Cogido me limito a aguantar con los de cabeza. Bajando reagrupamos y vamos
camino de Pesues. Algunos van con la lengua fuera. Óscar y Julio van a la par
haciendo mucho daño. Un pequeño toque y óscar se quita. A partir de aquí ya solo le toco tirar a Julio. Hasta Treceño como un toro. Empecé a
notar fatiga, pero menos mal que paramos y ya fuimos tranquilos hasta casa.
Cien kilómetros
por encima de 30 kilómetros por hora de media. Mañana más.
Comentarios
Publicar un comentario