sufrimiento consentido

Buena paliza la de hoy. Me uní a un grupo que salía del complejo. Serian unos cuarenta. Rápidamente pase a la cabeza e impuse el ritmo junto a Simal. Me comentaba que no estaba claro para donde se iba a ir. Ritmo llevadero y en Treceño baje a mitad de grupo. Julio un grande. Quedense con esa cara. Los de adelante se meten en dirección a Bielva y aquí veo que el grupo se ha disgregado. Unos parece que tiran para El Tejo. Me voy con los que van para Bielva. Somos unos diez. El ritmo hace que alguno se quede. Los que vamos delante comentamos de subir el Soplao por la Florida. Ya somos siete.  Primero vamos tres, Simal, Julio y yo. Mas atrás Fredo y Manu. Cerrando Chuchi y Ceci. A partir de la florida se calienta la salida y Simal empieza con los ataques. Me limito a ir a rueda. Esperamos a Julio para que siga tirando y ponga paz. Siempre tiene que haber un pardillo. En uno de los ataques Simal se me va. Pero le tengo a tiro. Al final no puedo cogerle. Las fuerzas están muy pa

Antes de salir del trabajo recibí un mensaje de Ceci. “Menudo día para subir el Moral”. Ya estaba liada. Me di prisa y a las tres y cuarto ya había acabado de comer. La gente no se animaba. Me veía solo acompañado por Ceci. Con lo cual le iba a sacar los hígados. Además el estaba muy animado y con ganas de darlo todo. Como la gente me aprecia al final llegue a la Viesca y éramos cinco chavalotes. Oscar, Ceci, Pepe, Simal y yo. Ya me suponía que con el día que hacia Simal se me iba a quedar en casa. Elegí nueva ruta ya que lo del Moral comentaba que se podía hacer eterno. Subimos por Mijarojos y según pasaban los kilómetros el ritmo iba increscendo.  Por Mercadal íbamos casi de uno en uno. Esperando a los rezagados, pero sin pararnos. Bajamos a Herrera de Ibio y Ceci no tenía el día. Aun asi subimos hacia la Puentecia de menos a más. Simal es como las cabras, en cuanto ve una cuesta no sabe ir despacio. Me limite a seguirle. Buenas sensaciones. Parece que estoy recuperando el golpe

Después de sudar más de la cuenta el domingo y quedarme frio de vuelta para casa, me desperté el lunes con malestar general. Con agua y paracetamol he pasado lunes, martes y miércoles. Hoy por la tarde he salido en mtb con Ringo, Jose Luis y Oscar. La ruta se la dejaron llevar a mi hermano y como me temía lo de rodar por carretera y pista rápidamente se torno en camberas de barro y más arriba no lo quise ni ver. Dimos media vuelta y subimos para la Virgen de valencia. Bajamos a Vioño, Salcedo, Oruña, Rumoroso, Soña y Polanco. En la cuesta de Quintana nos despedimos de Jose Luis. Le quedaba volver hasta Bezana. Nosotros cogimos el carril bici y acompañamos a Oscar a Puente San Miguel. Aquí ya entro la noche de repente y Ringo y yo volvimos para Torrelavega. La iluminación que llevaba yo nos vino muy bien.

Pozo del Amo. Vaya racha. Las piernas no tienen gasolina. La gente hoy no se ha animado a salir con la mtb. Por lo tanto he ido al complejo y he salido en grupo grande hasta el Pozo del Amo. He ido metido en el pelotón y en Ruente he dado un apretón en el que no me he notado mal. Pero subiendo para Saja ya he visto que no era mi día. Me he limitado a seguir la rueda de los primeros en el Pozo. Para abajo metido en el grupo. En vez de subir Quijas un buen grupo se ha ido por Golbardo y allí que me he metido. Ringo movió el manzano en esta subida. Reagrupamiento en Novales y preparados para la última ascensión del día. A mitad de Cildad han salido Jose el Buceador y Julio y los demás nos hemos limitado a seguir en el grupo. Mucho cansancio y conformismo. Reagrupamos bajando y para casa. Mas de cien kilómetros que solo parece que me sirven para ahondarme más en el agujero físico en el que estoy. Ya se pasara.