sufrimiento consentido

En el trascurso de la noche escuchando como llueve a uno se le quitan las ganas de salir en bici por la mañana. A eso de las nueve y media me tiro de la cama y veo que hace un día despejado. Llamo a Ringo y juntos nos vamos para Hijas. Luego subimos por San Martin, Sarón, Villaescusa y vuelta para casa por Parbayón. Poco más de tres horas. Mañana espero despertarme a la hora e ir al complejo a salir con el grupo.

Estaba en Santander acabando de comer y pensando que me quedaba poca tarde para salir en bici. Al final he salido a las cinco y media. Llamada a Ringo y a Oscar y nos hemos encontrado en San Cipriano. Bajar por Mercadal. Acompañar a Oscar a casa. A Ringo a casa y volver por la ronda. Poco más de una hora de salida que me ha servido para despejarme. Me encuentro fuera de forma, pesado y con unas sensaciones que hacían muchos inviernos que no tenía. Espero mejorar algo con las vacaciones de navidad.

A pesar de llegar cansado y justo de tiempo he salido en bici. Cuando salía de casa he llamado a Ringo. Estaba ruteando con Jose Luis. Hemos ido al encuentro y luego hemos dado una vuelta de hora y media por la zona de Gornazo. Ya de noche hemos tirado para casa. Ducha y a buscar a las crías a atletismo.

Aprovechando el calorcito, llegue a casa y según estaba acabando de comer, llamé a Oscar y quedamos para dar una vuelta. Fuimos camino del monte Tejas y subimos por una de las vertientes más duras. Las alubias y los polvorones me hicieron sufrir de lo lindo, el flato me decía que no hablase tanto. Luego bajamos y tiramos para conectar con la bajada del Matadero. Todo pista y carretera. Llegando a casa nos metimos un poco en la Viesca y terminamos con algún sendero de tierra. Despedida y seguro que mañana más. En hora y tres cuartos lo despachamos. Como le gusta a la fiera.

Después de las malas sensaciones de ayer con la bici de carretera, no me quedo más remedio que coger hoy la mtb. Quede con Oscar a las nueve y media en la Viesca. Allí nos encontramos a compañeros con los que hemos salido inviernos pasados y espero que inviernos venideros. Hicimos una ruta tranquilos buscando altura y con ello el sol. Bajamos la adrenalitica y en Coo volvimos a encontrarnos con el frio. Subimos para la Jerrizuela y allí di un pequeño apretón notando las piernas muy entumecidas por el frio. El estado de forma es muy lamentable, ya no me acordaba de un invierno en tan baja forma. Al final con muchas paradas, la salida se fue por encima de las tres horas y media, para tan solo 60 kilómetros.